Mi relación con la fisioterapia empezó como paciente. Practico deporte desde pequeño y tuve algunas lesiones que me hicieron estar en varias ocasiones rodeado de fisioterapeutas. Me sentía muy agradecido cada vez que me ayudaban a recuperarme y pensé que me gustaría generar ese mismo sentimiento a otras personas.
Estudiar fisioterapia me ha dado herramientas para ayudar a bastante gente, sobre todo a deportistas, pero también buscaba tratar otro tipo de patologías, y con los conocimientos que tenía sentía que no era suficiente. Así fue como me interesé por la acupuntura, un sistema médico totalmente distinto al que conocemos y que me aporta una visión más global del funcionamiento del cuerpo, la mente y de la conexión que existe entre ambos.
Desde entonces combino las dos disciplinas con la intención de aportar el máximo valor a cada tratamiento con el objetivo de ayudar a cada paciente en todo lo posible.